Antonio Cruz, Doctor en Biología
A mediados del siglo XX, parecía que la genética podía resolver todos los problemas planteados por la teoría de la evolución de las especies, pero después de muchos años de investigación, se ha visto que esto no ha sido así. Hay una pregunta fundamental en genética. ¿Están escritos en el genoma todos los planos del organismo? La mayoría de la gente suele creer que sí.
Sin embargo, esto es algo absolutamente imposible. La memoria del genoma, a pesar de su gran tamaño, no alcanza ni para contener un plano detallado de las 10 elevado a 14 conexiones que hay en las sinapsis o uniones entre células nerviosas del cerebro humano.
El genoma contiene la forma de construir muchas proteínas complejas, los tipos de ARN y el propio ADN, pero esto no es suficiente para fabricar todo un elefante o un ser humano. Además del ADN que constituye los genes del genoma, se requiere también de la ayuda que aporta la célula que ha de ser capaz de traducir toda la información que éste contiene.
Por tanto, las interrelaciones entre la información del ADN y los estímulos químicos de la célula, deben ser sumamente importantes ya que condicionan todo el desarrollo de los seres vivos. Esto es todavía mucho más maravilloso y complejo de lo que se esperaba.